En el corazón de África, en la ciudad de Luanda, Angola, la Parroquia São João Baptista da Cazanga será el escenario de una hermosa celebración en este mes de Mayo, en que celebramos a nuestro Fundador San Pedro Nolasco. El próximo 26 de mayo, en el marco del mes de oración por las vocaciones a la Merced, el hermano Fray Jacinto Tchaly recibirá el sacramento del orden sacerdotal.
Formado en el seno de la Delegación de Angola, Fray Jacinto ha dedicado años de su vida a servir a Dios y a su comunidad como religioso de la Orden de la Merced. Su compromiso, su devoción y su entrega han sido reconocidos por sus hermanos de la orden y por el Santo Pueblo Fiel de Dios que Peregrina en sus tierras.
La ordenación sacerdotal es un momento de alegría y de profunda reflexión para Fray Jacinto y para todos aquellos que lo conocen y lo han acompañado en su camino hacia el sacerdocio. Es también una oportunidad para renovar nuestro compromiso con la oración por las vocaciones mercedarias, un llamado que resuena con fuerza en este mes dedicado especialmente a este propósito.
El ejemplo de Fray Jacinto nos invita a reflexionar sobre la importancia de la vida religiosa y sacerdotal en la Iglesia y en el mundo. La vocación de los hermanos mercedarios, su entrega desinteresada, su servicio generoso y su amor por Cristo y por los cautivos son un testimonio vivo del evangelio y un faro de esperanza en un mundo que necesita de la luz del Evangelio de la Redención y la libertad.
Por eso, en este mes de mayo, elevemos nuestras oraciones por Fray Jacinto y por todas las vocaciones mercedarias. Que su sí al llamado de Dios sea un estímulo para todos nosotros a responder con generosidad y valentía a la vocación que el Señor nos ha confiado. Que juntos, como Familia Mercedaria, podamos seguir llevando la luz del evangelio a todos los rincones del mundo, siguiendo el ejemplo de San Pedro Nolasco y de todos aquellos que nos han precedido en el camino de la fe y el servicio.
Madre Nuestra de la Merced, rugea por el hermano Jacinto y por todos quienes seguimos a tu Hijo, el Redentor del mundo.
Fuente: Secretaría Pastoral Mercedaria.
