En el mes de enero y por segundo año consecutivo se vivió la misión mercedaria Chonchi 2013. Este tiempo en Chiloé permitió a los seminaristas, religiosas y jóvenes mercedarios vivir y manifestar a los hermanos la experiencia de ser discípulos y misioneros de Jesucristo.
El Padre Mario Salas, o. de m., Maestro de Estudiantes y coordinador de este tiempo de misión en Chiloé resaltó lo significativo que resulta la misión para la comunidad de Chonchi.
“Para la comunidad parroquial ha sido muy importante porque estamos en las comunidades mas lejanas, por ejemplo Huentemo que es la comunidad mas lejana estamos a 1 hora en auto y dos hora más caminando por la costa. La parroquia San Carlos de Chonchi es muy extensa. Atendimos un total de 6 a 8 capillas. Esta parroquia tiene alrededor de 20 comunidades, por lo que en estos dos años nuestra presencia ha sido muy significativa.
Para nosotros como estudiantado es un tiempo muy importante. En primer lugar se enmarca en el proceso formativo. Los días que estamos en las comunidades es una oportunidad para compartir con la gente y dar a conocer nuestra espiritualidad, además se celebra junto a las comunidades Eucaristías”.
El tiempo de misión realizado durante enero ha sido planificado para que los seminaristas y jóvenes vivan a plenitud una experiencia misionera, “No es primera vez que estamos en estos sectores, conocemos las necesidades de la gente y los desafíos que implica para nuestra comunidad. Más que descubrir reafirmamos la idea que el primer misionado es el propio misionero. El testimonio de las familias es sobrecogedor... hay muchas de ellas que caminan hasta dos horas para llegar a las diferentes capillas a encontrarse con sus hermanos”, señala el Padre Mario Salas.
Fueron 8 días en el que los misioneros estuvieron en las diferentes comunidades de la parroquia San Carlos de Chonchi, lo que plantea desafíos y presenta frutos:
“El primer desafío que tenemos es preparar de la mejor manera el próximo año 2014, ya que terminamos el ciclo que dura tres años en los respectivos lugares en los cuales hemos misionado en estos últimos años (Chaitén, Calama, Zúñiga , Osorno y actualmente Chonchi). En segundo lugar como nuestras misiones tienen un carácter vocacional, queremos que los jóvenes que participan con nosotros, tengan una profunda experiencia de Dios”, finaliza fray Mario Salas.