Hoy, lunes 23 de junio, los religiosos de la Orden de la Merced en la Provincia Mercedaria de Chile dieron inicio a un período de cinco días de Ejercicios Espirituales en la Casa de Retiro Padre Hurtado, ubicada en los alrededores de la capital. La predicación está a cargo de Mons. Gonzalo Bravo, Obispo de San Felipe, quien, sin abordar un tema único, ha propuesto iluminar cada jornada a partir de la Sagrada Escritura y del llamado del Señor a “salir de la tierra” en busca del “espacio de Dios”, evocando la experiencia de Abraham como paradigma de fe y obediencia.
Mons. Bravo animó a los asistentes a acoger cada pasaje bíblico como una invitación continua a abandonar seguridades humanas para dejarnos mover por el Espíritu, enfatizando la centralidad de Cristo como guía y sustento de la vida mercedaria. Somos peregrinos de la esperanza, y estamos llamados a ser testigos de esa misma esperanza para quienes hoy se sienten prisioneros de miedos, injusticias o soledad.
En un contexto marcado por el Jubileo de la Esperanza, convocado por el Papa Francisco para este año 2025, el retiro nos recuerda que somos “Peregrinos de la Esperanza”, invitando a los religiosos a renovar su compromiso misionero en el mundo, siendo “Testigos de esperanza para los cautivos de hoy”, centrados en la solidaridad con los más vulnerables.
Estas orientaciones se entrelazan en cada meditación, en las celebraciones litúrgicas y en los momentos de silencio, buscando un encuentro más profundo con el Señor y con las necesidades del pueblo de Dios.
El programa de los ejercicios incluye lectio divina, exposiciones, celebraciones eucharísticas diarias y espacios de diálogo comunitario. Además, se han contemplado tiempos para la adoración eucarística y la liturgia de las horas, proporcionando a los religiosos un ambiente de recogimiento y fraternidad. Son días, por tanto, para renovar su vocación, para regresar a las comunidades con el corazón inflamado de esperanza y anhelos de servicio.
La Familia Mercedaria que peregrina en Chile y Angola eleva sus oraciones a Nuestra Madre de la Merced y a San Pedro Nolasco, pidiendo que estos días sean semilla de vida y consolación para toda la Orden en Chile.
Fuente: Secretaría Pastoral Provincia Mercedaria de Chile.