El 23 de agosto es una fecha de profunda significación para la Orden de la Merced y para todos los fieles católicos, pues recordamos a los dieciocho mártires mercedarios de Castilla que dieron su vida por su fe durante la feroz persecución religiosa en España en los años treinta. Estos valientes religiosos, cuyos nombres resuenan con reverencia en la Iglesia, incluyen a Manuel Cereijo, Enrique Saco, Guillermo Vázquez, Serafín Solaegui, Luis Barros, Tomás Tajadura, José Cereijo, Gonzalo Pérez, Agustín Salgueiro, Leandro Hermida, Patricio González, Serapio Paz, Eliseo Pérez, Olimpio Escudero, Luis Arias, Ramón Lago, Jesús Tizón y Ricardo Vásquez.
Estos mártires eran miembros de las comunidades mercedarias de San Pedro y de la Buena Dicha en Madrid, Herencia y San Sebastián. En el contexto de una época de gran turbulencia y persecución, ellos permanecieron firmes en su fe y compromiso con Cristo Redentor. Su vida de oración, devoción a la Virgen María y su dedicación a las responsabilidades que se les confiaban son testimonio de su profundo amor y fidelidad.
El martirio de estos religiosos no solo fue un acto de fe, sino también una expresión de su profunda vocación y obediencia. A pesar de los riesgos y amenazas, no dudaron en dar su vida por Cristo, convirtiéndose en signos elocuentes de la presencia redentora de Dios en un mundo marcado por el odio y la violencia. Su sacrificio sigue siendo una luz en medio de la oscuridad, y su testimonio invita a la paz y a la reconciliación.
La causa de beatificación de estos mártires se encuentra actualmente en la fase diocesana, y el 24 de enero de 2005, durante la visita “ad limina” de los obispos españoles a Roma, la Santa Sede los reconoció como Siervos de Dios. Este reconocimiento ha sido un paso significativo en el proceso de su glorificación, que continúa avanzando en Roma.
En este día, invitamos a todos a elevar nuestras oraciones por la pronta beatificación de estos héroes de la fe, que con su valentía y sacrificio han dejado una huella indeleble en la historia de la Iglesia y en la vida de la Orden de la Merced. Que su ejemplo de fe y dedicación inspire a las nuevas generaciones a vivir con el mismo fervor y compromiso en su camino cristiano.
Oración (La liturgia en la Merced)
¡Oh Dios, que concediste la gracia del martirio a los Siervos de Dios: Manuel Cereijo Muiños, Tomás Tajadura Tajadura, Guillermo Vázquez Núñez, Enrique Saco Pradeda, Agustín Salgueiro Rodríguez, José Benito Cereijo Muiños, Luis Barros Fernández, Gonzalo Pérez González, Serafín Solaegui Duñabeitia, Eliseo Pérez González, Luis Arias López, Jesús Tizón Boleira, Leandro Hermida González, Ramón Lago Parrado, Olimpio Escudero González, Patricio Peláez Castaño, Serapio Paz Muras, Ricardo Vázquez Rodríguez y a tantos otros compañeros mercedarios, sacerdotes y laicos. Haz que sus nombres aparezcan en la gloria de los santos para que iluminen con su ejemplo la vida y la entrega de todos los cristianos. Concédenos imitarlos en su fortaleza ante el sufrimiento y la gracia que por su intercesión te pedimos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Fuente: Secretaría Pastoral Mercedaria
