Fiesta de Todos los Santos de la Orden de la Merced
Provincia Mercedaria
de Chile

Fiesta de Todos los Santos de la Orden de la Merced

Domingo 06 de Noviembre, 2022

 
Hoy, 6 de noviembre, como Familia Mercedaria celebramos la fiesta de Todos los Santos de la Orden de la Merced, ejemplos de amor redentor.

Hoy, 6 de noviembre, como Familia Mercedaria celebramos la fiesta de Todos los Santos de la Orden de la Merced, ejemplos de amor redentor. Los Santos han vivido en la fe bautismal, y han hecho florecer las virtudes, los dones recibidos y acrecentados con la consagración religiosa hasta llegar a configurarse con Cristo.

Hoy celebramos sus vidas que son signos visibles del amor Redentor en medio de tantas cautividades.

San Pedro Nolasco (06 de mayo)

Pedro Nolasco nace en Mas de Saintes Puelles entre el 1180 y 1182. Avecindada la familia Nolasco en Barcelona, aprendió de su padre Bernardo el arte de mercader. Igualmente recibió las enseñanzas de una vida cristiana conforme a las profundas convicciones religiosas de las familias de aquel tiempo.

En el ejercicio de su actividad de comerciante descubre el cautiverio de los cristianos en tierras musulmanas. Desde entonces, dedicará su vida y utilizará sus bienes para devolverles la libertad. En lo cual se manifiesta ya su próxima misión carismática dentro de la Iglesia y de la sociedad.

Compadecido del sufrimiento de los cautivos, convocó a algunos de sus compañeros que, haciéndoles partícipes de sus inquietudes, con desprendimiento juvenil admirable, se despojaron de sus propios bienes y lo dieron todo por la redención: «Perseverando primero en la oración de Dios, después se dedicaron cada día a recoger limosnas de los piadosos fieles, por la provincia de Cataluña y por el Reino de Aragón, para llevar a cabo la santísima obra de la redención. Lo cual se hizo así para que cada año se realizaran en adelante por el santísimo varón y sus compañeros no pequeñas liberaciones y redenciones...odas estas cosas acaecieron el año 1203».

La profesión de mercader de Pedro Nolasco fue de gran utilidad para este grupo de redentores en esta primera época, ya que los mercaderes tenían fácil acceso a los países musulmanes, eran conocidos y, durante siglos, ellos fueron casi los únicos intermediarios para el rescate de cristianos en tierra de moros y de moros en tierra de cristianos. Este grupo de compañeros de Pedro Nolasco estaba formado sólo por laicos, que, «tenían gran devoción a Cristo que nos redimió por su preciosa sangre». Esto indica ya la nota característica de la espiritualidad del grupo: la devoción y seguimiento a Cristo redentor.

San Pedro Armengol (27 de abril)

Pedro Armengol, emparentado con los condes de Urgel, vino al mundo en la Guardia dels Prats (Tarragona), a mediados del siglo XIII. Transcurridas la niñez y la adolescencia en la quieta honradez de la familia y apenas traspasado el umbral de la juventud, Pedro Armengol se vio arrastrado por las malas compañías al precipicio  de la vida disoluta y criminal del bandolero. En un encuentro con gente de armas enviada por Jaime I a limpiar de maleantes la zona por donde debía transitar la comitiva real, el libertino Pedro se encontró, espada en mano frente a frente con su propio padre Arnaldo. La providencial circunstancia hizo que Pedro depusiera las armas ante su progenitor, le pidiera perdón y decidiera, con férrea voluntad, cambiar de vida. El prestigio del padre libró al hijo del castigo merecido, y Pedro Armengol pidió a los frailes de la Merced que lo recibieran en la Orden, pues quería dedicar el resto de su vida a la obra de misericordia  de la redención de cautivos, a fin de que el Señor usara con él de su infinita misericordia.

Recibido en la Merced, pudo ir dos veces a tierra de moros a desempeñar el ministerio de la redención. En el segundo viaje en Bugía, el año 1266, se quedó en rehén por algunos cautivos. Más no llegando a tiempo el dinero del rescate por el que se había quedado en prenda, fue colgado de una horca, en la que por singular protección de María se mantuvo indemne.

 

San Ramón Nonato (31 de agosto)

San Ramón nació en el pueblo de Portell, situado en la comarca de la Segarra, provincia de Lérida, cuando alboreaba el siglo XII. Y le pusieron el sobrenombre de nonato o no nacido, por haber salido a la luz del mundo por la incisión, inspirada y urgente, que la daga del vizconde de Cardona practicó en el vientre de la madre muerta. En su adolescencia y juventud primera se dedicó al pastoreo de un rebaño de ovejas por los contornos de la ermita románica dedicada a san Nicolás, en la que se veneraba una imagen de la Virgen María. Allí nació su devoción a la Santa Madre de Jesús.

 

Muy joven ingresó en la Orden de la Merced. El padre Francisco Zumel narra que este joven Ramón fue alumno del vigilantísimo primer fraile y Maestre de la Orden, Pedro Nolasco. Fue, por tanto, redentor de cautivos en tierra de moros. En una redención que realizó en Argel, debió quedar en rehenes. Fue entonces cuando padeció el tormento de ver cerrados sus labios con un candado de hierro para impedirle dirigir palabras de consuelo a los cautivos cristianos y predicar la buena nueva liberadora del Evangelio.

 

Santa María de Cervellón (19 de Septiembre)

La primera religiosa Mercedaria, de la noble familia de Cervellón, nació en Barcelona, en la calle de Moncada, el 1 de diciembre de 1230. Fue bautizada el 8 del mismo mes, en el sarcófago antiguo de la protomártir barcelonesa santa Eulalia, que servía de pila bautismal en la parroquia de Santa María del Mar. La joven María, inmersa en el clima de la caridad creado en su ciudad natal por los frailes redentores de cautivos, se sintió atraída por el empeño liberador, y se convirtió en el consuelo de los pobres, de los enfermos y de los cautivos, en el hospital de Santa Eulalia. Allí conoció a las grandes figuras de la Orden mercedaria agrupados en torno a Pedro Nolasco.

Pidió, decidida, el hábito blanco de la Merced, y el 25 de mayo de 1265, emitió su profesión religiosa como hermana de la Orden, en manos de fray Bernardo de Corbera, prometiendo trabajar por la redención de cautivos. Con ella formaron comunidad las jóvenes de conocidos linajes: sor Eulalia Pinós, sor Isabel Berti y sor María de Requesens, a las que muy pronto se agregó sor Colagia.

El sobrenombre de Socós o Socorro, con que también se la conoce, se debe a que sor María, en vida y después de muerta, fue vista, más de una vez, acudir, sobre las alas del viento, en socorro de las naves de la redención combatidas por el mar embravecido. Murió el 19 de septiembre de 1290. Sus restos mortales fueron sepultados en la iglesia de los frailes mercedarios de Barcelona, hoy basílica de la Merced. En un altar, el primero de la derecha, reposa su cuerpo, que se conserva incorrupto. Desde el siglo XIII fue tenida como santa. Ha sido invocada como patrona de los navegantes y tiene su templo parroquial en la Barceloneta, puerto de la Ciudad Condal.

 

 

San Pedro Pascual (06 de diciembre)

Hijo de fervorosos mozárabes, nació en Valencia el año 1227. Pedro Nolasco y sus frailes conocían  a la familia del joven Pedro Pascual y se hospedaban en su casa, próxima al Portal de Valldigna, cuando iban a redimir. Pedro Pascual inició la carrera eclesiástica en su ciudad natal y perfeccionó sus estudios en la Universidad de París. Vuelto a Valencia fue distinguido con la dignidad de canónigo de la iglesia catedral.

 Pronto abandonó la canonjía e ingresó a la Orden de la Merced, recibiendo el hábito en la catedral de Valencia de manos de Arnaldo de Carcasota el 1250. En 1296 viajó a Roma y el Papa Bonifacio VIII lo nombró obispo de Jaén. Fue consagrado por el cardenal Mateo de Acquasparta, en la capilla de San Bartolomé de la Isla Tiberina, el 20 de febrero de 1296. Realizando, luego, la visita pastoral a su diócesis de Jaén, fue asaltado y llevado cautivo a Granada por los moros de ese reino. En la cárcel escribió, en lengua lemosina: Disputa del obispo de Jaén contra los judíos e Impugnación de la secta de Mahoma, dos interesantísimas obras de contenido apologético, para suministrar argumentos a los cristianos cautivos contra las prédicas proselitistas de judíos y musulmanes. También escribió: Libro de Gamaliel  que trata de la pasión y muerte de Cristo, Destrucción de Jerusalén, Tratado contra el fatalismo musulmán, Glosa del Padre Nuestro y Glosa de los diez mandamientos.

 A este sabio doctor mercedario le cabe el honor de haber defendido públicamente en París y en su escrito Vida de Lázaro, la Inmaculada Concepción de la Virgen María antes que ningún teólogo de occidente, en 1295.

 

San Serapio (14 de noviembre)

De origen irlandés, nació hacia el año 1179. Fue militar enrolado en el ejercito de su rey Ricardo Corazón de León, y luego en la compañía de Leopoldo VI, el Glorioso, duque de Austria, se alineó en su escuadrón para ir a España, en apoyo del ejército cristiano de Alfonso VIII que luchaba contra los musulmanes. En la península, Serapio decidió quedarse al servicio del rey de Castilla, para proseguir luchando en defensa de la fe católica. Allí tuvo la ocasión de conocer a Pedro Nolasco y a sus frailes que se dedicaban a la defensa de la misma fe, pero no guerreando contra moros, sino sacando de su poder a los cristianos cautivos, empeñando en la empresa sus propias vidas.

 Pidió y recibió el hábito mercedario en 1222. Realizó varias redenciones. En la última, que llevó a cabo en Argel con su compañero redentor Berenguer de Bañeres, debió quedarse como rehén por algunos cautivos en peligro de renegar. El otro redentor viajó rápidamente a Barcelona para buscar el dinero. Pedro Nolasco, que estaba a la sazón en Montpellier, escribió una carta urgente a su lugarteniente Guillermo de Bas: que avisase a todos los conventos que recogiesen limosnas y las enviasen pronto a Argel.

 

 

 



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